Parece tan obvio que me saca las ganas de expresarlo a veces...

Esa reacción anti-sistema que algunos suelen llamar "rebeldía", en mi opinión se lleva dentro, en lo más profundo de nuestro ser. Por esta razón, creo que, haciendo uso de nuestra más preciada libertad, intentamos expresarla exteriorizándola de diversas maneras. Estamos viviendo en una época donde nuestra generación, que ha vivido el auge de un sistema que destruye más de lo que construye, está despertando, se está dando cuenta que si no lo hacemos nosotros, esta vez, no lo van a hacer otros. Esta generación está viviendo una nueva dimensión del tiempo, donde todo se acelera y el ritmo que predomina es el de vivir en los pensamientos de un futuro incierto y no en el Hoy. Esta generación necesita mucho amor para afrontar el día a día, y hasta el más héroe a veces se siente solo en estos días. Ahora las grandes generaciones se están dando cuenta que estos "locos lindos" son el futuro en cierta manera. Hoy, rodeados de tanta -basura inventada-, tenemos algo de libertad para repudiarnos. Repudiarnos ante las Instituciones que mienten y limitan. Hoy podemos manifestar la verdad sabiendo que muchos, no sólo entienden y comparten, sino qué, están dispuestos a luchar por ella. Hoy la humanidad se está dando cuenta que el poder reside en Nosotros, en cada uno, y que cada vida está llena de posibilidades. Muchos grandes nos advirtieron, mejor dicho Les advirtieron por años... Tuvo que ser nuestra generación la que se animó a escucharlos de una buena vez... Y si Hoy, que está todo más roto que nunca. Esta época pertenece a los nuevos cambios, solo hay que aceptarlo, entenderlo como nuevo ciclo y emprenderse al viaje para fluir interactuando. Dejando nuestra pizca de expresión y disfrutando la magia, la magia de nuestras mentes en acción, en acción común por el bien de todos. Todos tenemos ese algo para dar, y ese algo tan especial es lo que, cuando menos lo esperemos, vamos a recibir. No es necesario pensar en que recibir. Las mejores cosas en la vida nos sorprenden porque todavía tenemos ese resquicio de no siempre esperar lo mejor… Cuando uno da con el corazón lo bueno llega solo, es una de las tantas leyes universales que nadie puede discutir a mi parecer. Es amar lo que uno hace, amar la vida a cada instante entendiéndonos como protagonistas de nuestras malas experiencias, el lado malo, nuestro “peor maestro”, el que nos enseña a valorar. Exactamente ese es el punto; nuestra generación al darse cuenta que el poder radica en cada ser, comenzó a valorarse y cuando uno se valora y empieza a valorar cada pequeño detalle que lo rodea, hasta las más remota casualidad; perdón causalidad quise decir; en ese preciso instante comienzan a reinar los pensamientos positivos y no los negativos como ha pasado en las últimas generaciones, seres cargados de miedos y limitaciones creadas prácticamente por ellos o por el sistema mismo que ellos crearon, si a la manipulación me refiero (…) Por último, mi deseo es que cada hermoso ser en este mundo pueda cumplir su sueño, ese sueño que inconscientemente cree imposible pero que en realidad es uno de sus propósitos en este mundo, que se materialice es parte de un bien comunal (…)